No consideres que todos los videos tienen un mismo objetivo general, y que serán vistos sin cuestionar.
Define claramente la intención educativa de tu video en particular (por ejemplo explicar, comparar, cuestionar, persuadir, motivar, etc.), y apégate a ese objetivo.
Si tu objetivo está dirigido hacia una acción (como reflexionar, comparar o analizar), procura reforzarla en varias partes del video, especialmente en los últimos diez segundos.