¿Te imaginas que una simple explicación de matemáticas se convierta en una iniciativa apoyada por Bill Gates con más de cien empleados y veinte mil videos? Las grabaciones de Salman Khan dibujando sobre un pizarrón virtual han sido traducidas a cuatro idiomas y se distribuyen por el mundo. ¿Qué hace a sus videos tan efectivos?
1. Resuelven una necesidad de aprendizaje
¿Qué concepto necesitas explicar? ¿Se puede dividir en partes pequeñas? La unidad mínima es la necesidad de aprendizaje. A partir de esta, ordenas la información y explicaciones específicas.
2. Son claros y sencillos
Usa lenguaje accesible y desglosa los problemas tanto como sea necesario para que tus alumnos entiendan.
3. Se enfocan en un solo tema
Si algún otro asunto sirve para complementar la necesidad de aprendizaje, explícalos pero de forma breve.
4. Muestran buenos ejemplos
Asegúrate de que tus ejemplos sean interesantes, novedosos, claros y comprensibles. Si tienes la oportunidad de relacionarlos con la vida cotidiana de los alumnos, mejor.
5. Demuestran la aplicación del conocimiento
Relacionado con el tema anterior, ¿para qué le sirve al alumno conocer este tema?
6. Retoman los conocimientos previos de su audiencia
¿Recuerdas al resto de las necesidades de aprendizaje del tema? Haz referencia a ellas. Además de poner en contexto al alumno, le ofreces la posibilidad de saber más y seguir viendo tus videos.
7. Son visualmente sencillos y atractivos
No necesitas de animaciones, gráficos, ni de efectos especiales para comunicar tu mensaje de forma atractiva.
8. Van directo al tema central
Un video extenso de más de diez minutos desvía el enfoque hacia la necesidad de aprendizaje, hay menos control por parte del alumno para retomarlo más adelante y, con tantas distracciones en Internet, es poco probable que se vea completo.
9. Hacen de aprender una experiencia disfrutable
Usa referencias cotidianas, chistes eventuales, pero que no se sientan forzados. Que sea útil no significa que tenga que ser aburrido.
Los puntos anteriores no son una fórmula que asegura el éxito, pero demuestran que un video sencillo, con buena estructura, con el que el alumno se pueda identificar, puede mejorar la forma en la que aprende.
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